Es cada día más común usar atmósfera controlada durante el almacenaje para mantener la calidad durante largos periodos y así extender el tiempo que el producto sea vendible. Comparado con otros vegetales, coliflor y brócoli son extremadamente perecederos y pueden almacenarse por poco tiempo solamente. Las brassicas de hojas son menos demandantes cuando de momento de corte se trata. Con ellas, la nutrición de las hojas es la clave, asegurando plantas verdes y fuertes que producen verduras de buena calidad y que tengan una larga vida de anaquel.
Con la nutrición de brassicas bien equilibrada, el agricultor adelanta la cosecha y constantemente mejora la calidad de cabezas y hojas. Esto puede tener un significante efecto positivo en producción vendible, calidad de los productos, precio y rentabilidad.
Nutrición vegetal y las propiedades de almacenaje y vida de anaquel
Exceder las cantidades recomendadas de nitrógeno podrá tener un impacto negativo en las propiedades de almacenaje. Puede dar una baja en el contenido de materia seca algo que reduce la calidad de almacenaje de coles, y puede dar enfermedades en los productos almacenados, sobre todo en variedades susceptibles.
Cantidades adecuadas de potasio aseguran más producto vendible con una vida de anaquel más larga y menos pérdida de humedad durante el almacenaje.
Magnesio mejora las propiedades de almacenaje de brassicas. La absorción de magnesio puede deprimirse por exceso de otros cationes (K+, NH4+, Ca2+), por eso es importante mantener un equilibrio correcto para evitar comprometer la absorción de Mg. Los sales de Mg (por ejemplo carbonato, nitrato y sulfato), son más solubles que sales de Ca, pero también son propensos a pérdidas por lixiviación. Deficiencias agudas pueden ser corregidos por vías de aplicaciones foliares.
Azufre juega un papel importante en la calidad de las brassicas. Aplicando azufre en forma de sulfato de potasio incrementa el contenido de materia seca en col blanca, dando mejores propiedades de almacenaje.