Nitrógeno estimula el desarrollo de brassicas y un la planta requiere un buen suministro para las hojas que cubren la cabeza para que provean lo suficiente de fotosintatos y nutrientes a la cabeza. Buena relación entre hojas y cabeza solo puede lograrse aplicando cantidades óptimas de nitrógeno.
Una fertilización nitrogenada tambien mejora el color del cultivo y reduce la incidencia de cabeza marrón en brócoli, así mejorando la comerciabilidad.
El potasio fomenta la producción de biomasa en la planta y por eso también el tamaño y peso de la cabeza. Los suministros tienen que ser equilibrados con los de nitrógeno. El potasio también ayuda en reducir la variabilidad en la maduración al cosechar y en mantener la compacidad de las cabezas.
Azufre es un componente importante en enzimas y proteínas, y es importante para la formación de clorofila. Un suministro constante de azufre es necesario durante toda la temporada. No obstante, es importante que coincidan los suministros de azufre y nitrógeno. Un incremento de nitrógeno puede restringir la absorción de azufre. Puede ser un efecto de dilución por desarrollo más vigoroso, o una competencia directa en la absorción.
Hierro es el micronutriente que más se requiere en brassicas, entre 80-90 g/t de Fe, y hasta cuantro veces más de hierro es requerido comparado con boro o zinc. Es impotante para el metabolismo vegetal como componente en enzimas y proteínas, para así poder aumentar el tamaño y peso de las brassicas.